En el panorama de las criptomonedas, uno de los debates más relevantes gira en torno al Staff Accounting Bulletin No. 121 (SAB 121), emitido por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) en 2022. Este boletín ha sido un obstáculo para la integración de Bitcoin en el sistema financiero tradicional. Pero los acontecimientos políticos recientes podrían cambiar este escenario drásticamente.
¿Qué es SAB 121 y por qué importa?
SAB 121 fue diseñado para establecer estándares contables para las empresas que custodian criptomonedas en nombre de sus clientes. Aunque no es una ley formal, el boletín obliga a las empresas a cumplir con ciertas expectativas regulatorias, bajo la amenaza de auditorías estrictas y posibles sanciones.
Entre las principales disposiciones de SAB 121 se incluyen:
- Registro de criptoactivos en los balances: Los activos de los clientes deben ser reportados como activos y pasivos, lo que introduce riesgos adicionales para las instituciones financieras.
- Divulgación de riesgos: Las empresas deben detallar extensivamente los riesgos asociados con los criptoactivos que manejan.
Estas medidas incrementaron los costos operativos y los riesgos fiduciarios para los bancos, desalentándolos de involucrarse en la custodia de Bitcoin y otros criptoactivos.
El impacto de SAB 121 en el sector bancario
Desde su implementación, SAB 121 ha provocado que la banca en general evite ofrecer servicios relacionados con criptomonedas. Esto ha limitado el acceso de los consumidores a servicios innovadores, como:
- Custodia segura de Bitcoin.
- Préstamos respaldados por Bitcoin, que permitirían obtener liquidez sin vender el activo.
- Soluciones integradas para manejar tanto activos tradicionales como digitales en una sola plataforma.
En esencia, SAB 121 frenó el crecimiento del mercado de criptomonedas dentro del sistema financiero tradicional, limitando las opciones de los consumidores y el potencial de adopción masiva de Bitcoin.
La intervención del Congreso y el veto de Biden
El enfoque regulador de la SEC a través de SAB 121 ha sido objeto de críticas tanto por parte de la industria cripto como del Congreso. En 2024, tanto la Cámara de Representantes como el Senado votaron para revocar el boletín, argumentando que la SEC había excedido su autoridad al imponer nuevas reglas sin pasar por un proceso legislativo formal.
Sin embargo, el presidente Joe Biden vetó la decisión del Congreso, restableciendo SAB 121. Este movimiento fue interpretado por muchos como una postura hostil hacia las criptomonedas, alimentando el descontento de los votantes y de la industria.
La posible eliminación de SAB 121 bajo Trump
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, se espera que emita una orden ejecutiva para anular SAB 121. Trump, quien ha mostrado un enfoque favorable hacia las criptomonedas, ha prometido eliminar las restricciones regulatorias que considera perjudiciales para la innovación financiera.
Si SAB 121 es eliminado, los bancos podrían comenzar a ofrecer una gama de servicios relacionados con Bitcoin, incluyendo:
- Custodia directa: Los consumidores podrían comprar, custodiar y administrar Bitcoin a través de sus cuentas bancarias tradicionales.
- Préstamos respaldados por Bitcoin: Serían posibles créditos con términos más favorables, sin necesidad de vender Bitcoin.
- Seguridad regulatoria: Los criptoactivos custodiados por bancos globalmente importantes tendrían una mayor supervisión, ofreciendo tranquilidad a los usuarios.
¿Qué significa esto para la adopción de Bitcoin?
La eliminación de SAB 121 podría ser un catalizador para la adopción masiva de Bitcoin, pero también plantea incertidumbres. Algunas posibles consecuencias incluyen:
- Mayor confianza en Bitcoin: La participación de bancos reconocidos podría legitimar Bitcoin a los ojos de una audiencia más amplia.
- Aceleración de la innovación: Nuevos productos financieros, como seguros y paquetes de servicios, podrían surgir alrededor de Bitcoin.
- Riesgos regulatorios y de volatilidad: Sin un marco claro, el mercado podría enfrentar inestabilidad y desafíos inesperados.
Aunque estas posibilidades son alentadoras, es importante recordar que el éxito de estas iniciativas dependerá de factores como la disposición de los bancos a invertir en infraestructura cripto y el panorama político futuro.
Conclusión
SAB 121 representa un ejemplo claro de cómo la regulación puede frenar o acelerar la adopción de nuevas tecnologías financieras. Su eventual eliminación bajo una nueva administración podría marcar el inicio de una nueva era para Bitcoin, integrándolo más profundamente en el sistema financiero tradicional.
Sin embargo, estas son solo posibilidades. La implementación práctica y los efectos a largo plazo dependerán de cómo los bancos, los reguladores y los consumidores naveguen este terreno en constante evolución.