La semana pasada comenzó con una caída significativa en los mercados. El Nasdaq cayó un 6%, el Dow perdió mil puntos, y Bitcoin bajó por debajo de los 50 mil dólares por primera vez desde febrero. Pero, la mayor caída se produjo en el mercado de valores de Japón, donde el Nikkei sufrió la segunda peor caída en su historia en un solo día. Tomando en cuenta dos días, fue la peor caída de la historia.
Después de esto, los mercados se han recuperado en buena parte, aunque todavía persisten pérdidas. Este tipo de eventos nos recuerda los llamados "Momentos Minsky," un concepto creado por el economista Hyman Minsky. Minsky sostenía que la estabilidad genera inestabilidad. Lo que Minsky planteaba es que, cuando hay poca volatilidad en los mercados y periodos de estabilidad, los inversores tienden a llenarse de complacencia, lo que a su vez fomenta la ambición. Cuando todo parece seguro y no hay volatilidad, los inversores deciden invertir cada vez más en activos de riesgo. Después de un tiempo invirtiendo en activos de riesgo, se forman burbujas de precios que eventualmente estallan. Eso es lo que se conoce como un "Momento Minsky".
En el caso del mercado de valores de Estados Unidos, lo que sucedió la semana pasada y el lunes anterior fue el cuarto día más volátil en la historia, después del Lunes Negro de 1987, la crisis financiera global de 2008, y la pandemia de 2020.
¿Por qué la gente vendió tanto en los mercados? Se estima que hay muchos factores que contribuyen. Entre ellos, las cifras de empleo en los Estados Unidos estuvieron por debajo de lo esperado. Se esperaba que la tasa de desempleo fuera del 4.1%, pero en realidad llegó al 4.3%.
Esto, sumado a las cifras de inflación y la posibilidad de que se mantengan altas las tasas de interés, generó miedo en el mercado. Sin embargo, se cree que el mayor factor fue el Carry Trade del Yen.
Para explicar lo que es el Carry Trade, consideremos el siguiente ejemplo.
- Primero, un inversor pide yenes prestados a casi 0% de interés, debido a la política monetaria de Japón, que ha mantenido las tasas de interés muy bajas durante muchos años.
- Segundo, esos yenes se convierten en dólares.
- Tercero, esos dólares se invierten en bonos de los Estados Unidos o en acciones en la bolsa de valores estadounidense.
- Cuarto, ganan dinero porque los rendimientos de las acciones o bonos superan el interés pagado por los yenes prestados.
Si necesitan cerrar sus posiciones, lo que deben hacer es vender sus bonos o acciones para obtener dólares, luego cambiar esos dólares a yenes y con los yenes pagar el dinero que pidieron prestado en Japón.Así es como funciona el Carry Trade.
Esta estrategia depende de que el tipo de cambio entre el yen y el dólar se mantenga estable, o incluso que el yen siga depreciándose frente al dólar. El yen había estado bajando respecto al dólar desde hace algún tiempo, lo que hacía que esta fuera una opción de inversión muy atractiva, especialmente porque el Banco de Japón ha mantenido sus tasas de interés bajas durante muchos años.
Esta gráfica muestra cómo las tasas de interés del Banco de Japón han sido consistentemente bajas en comparación con otros bancos centrales del mundo, especialmente desde 2016.
¿Por qué? Japón tiene la relación deuda-PIB más alta del mundo, la deuda de Japón es la más alta en relación con su Producto Interno Bruto. Pero Japón no tiene el mismo problema de inflación que se ha presentado en los Estados Unidos y Japón ha acumulado muchos activos externos a lo largo de los años, incluyendo una gran cantidad de bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
Por estos factores la tasa de interés en Japón ha sido muy baja durante mucho tiempo, y parecía que no iba a cambiar. Los inversores confiaban en que Japón no subiría las tasas de interés y que el yen seguiría depreciándose frente al dólar. Esto es lo que eventualmente lleva a un "Momento Minsky."
¿Qué fue lo que sucedió? El yen había estado perdiendo valor respecto al dólar durante varios meses, como se puede ver en la gráfica más abajo. Había una necesidad de que el Banco de Japón interviniera, y lo que hicieron fue anunciar repentinamente un aumento de la tasa de interés del 0.1% al 0.25%.
Uno podría pensar que un aumento de interés tan pequeño no debería causar un impacto tan grande en los mercados, pero tan pronto como se anunció este cambio, todos los inversores que habían pedido yenes prestados para invertir en otros países comenzaron a prestar atención. La noticia del Banco de Japón hizo que el yen empezara a ganar valor respecto al dólar. Si el yen gana valor, el Carry Trade ya no es tan atractivo, por lo que lo correcto es cerrar la posición, vender lo que se había comprado con dólares, ya sea Bitcoin, acciones en la bolsa o bonos del Tesoro de Estados Unidos, cambiar esos dólares a yenes y con esos yenes pagar los préstamos realizados.
En ese proceso de cambio de dólares a yenes, el yen empezó a tener más demanda y, por tanto, subió de precio. En cuestión de pocas horas, el yen pasó de 138-139 yenes por dólar a 146-147 yenes por dólar.
¿Cuáles son los activos que usualmente se venden más rápido en eventos como este, donde hay caídas en los mercados y se producen ventas masivas? Evidentemente se venden los activos más líquidos. Esto ocurrió durante el fin de semana, y debido a que Bitcoin es completamente descentralizado y su mercado opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, ya se podía prever lo que sucedería. Durante el sábado y el domingo, muchos inversores comenzaron a vender activos para obtener los dólares necesarios para cerrar sus posiciones, y uno de esos activos fue Bitcoin, que fue uno de los primeros en caer. Al lunes la venta continuó con otros activos, lo que explica la caída en el Nasdaq, el Dow, y otras bolsas de valores alrededor del mundo.
¿Qué pasará en el futuro? Hay estimaciones que indican que ya se ha cerrado la mayor parte de las posiciones del Carry Trade en yen. Algunos informes sugieren que ya se ha eliminado un 50% del Carry Trade, pero aún queda otro 50%, por lo que veremos cómo se desarrollan los mercados en las próximas semanas. No es algo que se resolverá rápidamente. De hecho, cuando algo similar sucedió en 2007 durante la crisis financiera global, tomó entre 100 y 200 días para que los mercados se normalizaran. No se sabe si tomará el mismo tiempo esta vez, pero hay quienes estiman que ya se ha cerrado la mayor parte del Carry Trade.
En cuanto al tamaño del Carry Trade, también hay diversas estimaciones. El Deutsche Bank cree que había alrededor de 20 billones de dólares involucrados en el Carry Trade, aunque otros creen que esa cifra es más conservadora y que podría haber sido de hasta 5 billones de dólares. Sigue siendo una cantidad enorme de dinero, y por eso vimos la caída en los mercados. Esto muestra cómo los mercados globales están interconectados y cómo eventos en Japón pueden influir en los mercados de Estados Unidos y de otros países.
Las crisis financieras parecen ser cada vez más frecuentes, lo que refleja la fragilidad creciente del mercado. Esta inestabilidad en el sistema financiero tradicional resalta la importancia del nuevo sistema financiero que se está construyendo y ganando su espacio con la creación de bitcoin.